miércoles, 27 de junio de 2012

Conejo Saltarín y Mau con flequillo




En una tarde de sol a un niñito chiquitito le conpraron un conejo que saltaba y reboloteaba mucho, Mau, el niño se alegró y le gustó y le quiso poner Saltarín.


Saltarín podía escalar paredes y trepar árboles pero lo único que le gustaba más era escalar hasta el techo de un edificio, el siempre trataba de escalar los edificios pero Mau, el niñito lo impedia y durante la noche como sabían ya que le gustaba trepar a los edificios lo amarraron con una cuerda hasta que Saltarín tuvo una idea, como los conejos tienen que usar tanto los dientes decidió mascar y morder la cuerda hasta que se rompiera y lo logró, se escapó por un rato de la casa a un edificio y lo trepó pero saltó tan alto que no vió un trampolin y saltó sobre él sin darse cuenta y se cayó del edificio y tuvo la suerte de que paso un hombre y lo atrapó.


Al día siguiente el niño quería darle comida y vió que no estaba, pero el niño tuvo también tanta suerte que vió pasar al hombre que tenia a Saltarín, se lo pidió y el niñito quedó muy feliz de ver de nuevo a su conejito Saltarín y el conejo y el niñito quedaron muy felices para siempre.


Saltarín, quedó con una enseñanza, nunca más se iba a subir a los edificios.

Diego Araya. 
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